Lámina cactus enmarcada en marco negro. Tamaño de la la lámina 32×53 cm. Impresión térmica de tinta negra pigmentada 1200 ppp sobre papel HQ texturado de 210 gramos por centímetro cuadrado. Pasepartout de 2 cm de pasta de papel virgen de 2 mm de espesor , 800 gr/m². Acabado blanco roto. Cortado en bisel dejando una ventana de 26×47 cm. Protección transparente de poliéster PET de 3 décimas de milímetro de espesor. El marco Negro de madera de microfibras de densidad media, forrado con acabado antihuellas en papel negro satinado. Moldura de 30×15 mm. El cuadro tiene una trasera de plancha de tablero microfibras densidad media de 2,5 mm de espesor y esta sujeto mediante grapas “flexipuntas”, tipo porta-retrato negras para que pueda ser practicable en caso necesario. Posee una pieza de estampación de chapa metálica, con el fin de facilitar el cuelgue en pared.
Esta lámina cactus es una imagen que nos traslada a un desierto de Nuevo México. Una foto en blanco y negro en la que se aprecia el grano de la fotografía. Podría estar hecha con una cámara de formato medio como resultado de una excursión fotográfica al desierto en los albores de la fotografía. O quizá no. Pero lo que importa realmente en la decoración es el resultado.
Objetivo en la decoración: Lograr armonía.
De hecho, una lámina cactus enmarcada bien combinada puede ser nuestra aliada para crear un ambiente. Es un cuadro vintage que dará sentido y podrá en valor los muebles que hemos encontrado en el rastro o los que hemos heredado de la abuela, por ejemplo. No son viejos es cuestión de combinarlos bien. Si piensas que esa cómoda es vieja, ponle este cuadro al lado y pasará a ser antigua. A lo mejor un día te cansas. No te preocupes, siempre te quedará el marco. Es muy fácil de abrir, cambiar la lámina y volver a cerrar. Y aquí no ha pasado nada.
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